sábado, 29 de marzo de 2014
VIOLENCIA
La
Violencia ¿una
situación cotidiana estable o un emergente irreversible?
Por Florencia Graziadío*
Hace algún
tiempo que se ha tornado bastante dudosa la libre circulación de todos nosotros
en las calles de Buenos Aires y todo el conurbano bonaerense. La incertidumbre
de no saber que nos puede pasar cuando salimos a la calle, llega a
condicionarnos en horarios, caminos y lugares a recorrer para “evitar y/o
prevenir” algún momento indeseado, o lo que aún es peor, para evitar “un mal
mayor”.
En primer lugar,
debemos considerar que esa violencia
callejera no es más que un reflejo de la violencia que predomina hoy en toda la estructura social de
diferentes maneras. ¿Que quiere decir esto? Significa que el abandono y omisión
estatal en la atención de ciertas áreas que estuvieron desde siempre y hasta
los inicios de la década del 90, ya no existe. Esto desdibuja el modelo de
ciudadanía que se supo construir con valores como “la ética y el compromiso”; modelo que el propio Estado mercantilizó
y hoy “se es ciudadano según lo que se
paga por un bien básico”. Quienes puedan pagar por esos bienes básicos
(salud, educación, etc.) tendrán mejores oportunidades de inclusión; pero
quienes menos tengan, deberán aceptar “las
migajas” estatales en materia de asistencia, y si no les gusta, quizás
sientan tal frustración que los
empuje a distintas adicciones y quizás, hasta en una situación límite, opten
por delinquir.
Esta situación
no puede más que generar una violencia
visceral que se traduce de diferentes formas dentro de nuestra sociedad. La
violencia en la escuela, en las calles, en los boliches, la violencia
doméstica…
¿Cómo revertir esto?
Las políticas paliativas desde el Estado solo tapan agujeros que lejos de
cerrarse cada vez se agrandan más. Es necesario refundar un modelo de ciudadanía que garantice el acceso a elementos
básicos como la salud, la educación y la alimentación desde un umbral digno y
respetable, lejos de la exclusión, la humillación y el clientelismo
político. Para ello todos debemos
comprometernos desde nuestra acción individual, siendo solidarios con
quienes más nos necesitan. Si esto es posible entonces la palabra exclusión podrá ser excluida de nuestro vocabulario.
*Licenciada y Profesora en Sociología,
Universidad de Buenos Aires.
LAZOS SOCIALES, ADOLESCENCIA Y REDES SOCIALES
Título:
Las relaciones sociovirtuales. Los adolescentes y el uso de las redes
sociales en la construcción de sus relaciones y lazos sociales.*
Autora:
Florencia Esther Graziadío
Resumen
Es
necesario reconocer que el concepto de “relación social” que conocemos, se
ve sustancialmente modificado desde hace unos quince años hasta la fecha, a
raíz de la puesta en uso de un arsenal de dispositivos informáticos que
contribuyeron, de alguna manera, en fomentar y amplificar la cantidad de
contactos “sociales” entre los sujetos.
Estas
nuevas herramientas han sido adoptadas e internalizadas por un segmento
importante de la población, me refiero a la población más joven, niños y
especialmente adolescentes; quienes han hecho de la informática y el uso de las redes sociales y espacios
virtuales, un segundo (ó primer) espacio de encuentro con sus pares (o no
pares).
En
este sentido, es la intención del presente trabajo, esbozar a modo
exploratorio, que representan estos ciberespacios para los adolescentes, cuales son sus expectativas, sus metas y sus
motivaciones respecto al uso de estos espacios virtuales; y de esta manera, se
intentará cuestionar si esta nueva modalidad sociovirtual de establecer contacto con un otro, tenderá a
reemplazar el clásico cara a cara que
ha existido (y aún existe) antes de la aparición de las redes sociales y
espacios virtuales.
*
El presente trabajo es el producto ampliado (y acotado) de una columna
publicada en el Diario HOY de La
Plata el 27/07/2009.
Sitios
Web: ¿Redes virtuales lejanas que establecen lazos sociales cercanos?*
Por
Florencia Graziadío
Hace
30 años atrás resultaba contradictorio y disparatado pensar en la veracidad y
tangibilidad del título de esta columna, ¿verdad? Hablar de redes virtuales como posibilitadoras de generar lazos
sociales parecía imposible. Nadie pensaba en “hacer amigos, encontrar
familiares y pareja” en la blogsfera. Hoy, todo esto, es posible y
además es común. Todo parece indicar que ya no es necesario salir de
casa y asistir a lugares físicos de reunión para establecer un contacto social
con otro. Inclusive esta nueva modalidad de socializarnos, nos brinda la
posibilidad de tomar contacto con personas remotas y puestas a kilómetros
internacionales de distancia, situación que para muchos de nosotros seria
difícil de lograr por no poseer cierta disponibilidad económica para viajar tan
lejos. Estimados lectores: estamos frente a la Globalización
de la socialidad. Es decir que la tecnología web que funciona y opera en
otras latitudes para contactar y establecer nuevos vínculos sociales, también
hoy esta disponible para nosotros.
Entonces:
esta nueva forma de socializarnos ¿ha desplazado al modo convencional (por
contacto físico) de establecer vínculos sociales? La respuesta es un poco
larga, pero me atrevo a decir que no existe tal reemplazo si se
considera la clase o tipo de vínculo social que se quiere entablar. ¿De que
hablo? La generalización de este nuevo modo de contactar gente, permite lograr
una cantidad inmensa de nuevos contactos, esto significa que ante esa
magnitud de nuevos contactos, no puedo llegar a profundizar con todos
ellos una dolida relación (de amistad o de pareja). Esto nos obliga a priorizar
una gran cantidad de vínculos, por encima de la calidad de esos
vínculos; lo cual muestra el grado de laxitud (debilidad) de esos
vínculos. Sin embargo, si bien se han difundido algunas uniones de parejas que
se generaron y consolidaron a partir del uso de sitios como Facebook, la
prueba está en que para que se consumara la unión entre los involucrados,
debió existir previamente el encuentro (contacto) físico. Esta condición,
aunque pase inadvertida en el relato del episodio, es vital. Es decir
que, la introducción de la tecnología web para la generación y desarrollo de
nuevos lazos sociales es una realidad ineludible, pero la profundización y
consolidación de esos nuevos vínculos queda a merced del clásico cara a
cara.
*Columna
publicada en el Diario HOY de La
Plata el 27/07/2009.
- Los ingredientes principales: La relación social
Uno
de los clásicos de la sociología, Max
Weber, se ha ocupado de definir y conceptualizar la relación social. “Por relación
social debe entenderse una conducta
plural – de varios – que, por el sentido que encierra, se presenta como
recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad”[1]. Vale aclarar que el concepto de relación social que
desarrolla Weber, se deriva del de acción social, el cual
considera el sentido mentado
(orientado) de la acción a otro sujeto, en este sentido las acciones sociales
pueden estar mutuamente referidas, aunque
no compartan el significado; “No
decimos en modo alguno que en un caso concreto los partícipes en la acción
mutuamente referida pongan el mismo sentido en esa acción, (…) es decir, que
exista reciprocidad en el sentido. Lo que en uno es amistad, amor, piedad,
fidelidad contractual, sentimiento de la comunidad nacional, puede encontrarse
en el otro con actitudes completamente diferentes”[2].
Para Weber la intencionalidad
y la motivación del individuo son
los pilares centrales sobre los cuales se ubica la relación social. Además
dentro de la relación social, los participantes
se encuentran mutuamente referidos y
así, comparten marcos de sentido
similares respecto a ciertas situaciones y hechos concretos; a pesar de que
puedan (o no) compartir el mismo significado. La relación social se concreta
cuando hay un nexo en común en una situación específica y cada parte considera las expectativas de la otra; si esto no sucede
se imposibilita la existencia de dicha relación. Es por eso que en toda
relación social es necesario “un mínimo
de reciproca bilateralidad”[3], de ahí que exista una anticipación de
las acciones, y que éstas ocurran o no de un modo esperable. Esto
demuestra que la previsibilidad es
una condición necesaria e ineludible para que exista una relación social. Así
lo explica Weber “La relación social
consiste, pues, (…) en la probabilidad de que se actuará socialmente en una
forma (con sentido) indicable”[4].
Así mismo es importante agregar que toda relación social puede resultar permanente o transitoria “una relación social puede tener un carácter
enteramente transitorio bien implicar permanencia, es decir, que exista en este
caso la probabilidad de la repetición continuada de una conducta con el sentido
de que se trate (…)”[5];
como así también es importante señalar que el
contenido de sentido de una relación social puede variar moderada o
drásticamente, “el contenido de sentido
de una relación social puede variar; por ejemplo, una relación política de
solidaridad puede transformarse en una colisión de intereses”[6].
Así mismo cabe agregar que las relaciones
sociales van más allá de un valor ético o moral.
En síntesis, puede concluirse, según Max Weber, que dentro
de la relación social es necesario considerar algunos aspectos
fundamentales como:
- El carácter plural y recíproco (se necesitan al menos dos partes) de una relación social.
- El sentido mentado (orientación de mis actos hacia otro) de la relación (y acción) social.
- La presencia de significado (que puede ser igual –o no- para ambas partes) y de sentido; ambos pueden permanecer sin cambios o pueden variar en el tiempo.
- La existencia de intención y motivación por parte de cada individuo involucrado en una relación social.
- La previsibilidad de las acciones sociales que sustentan una relación social.
- La permanencia o transitoriedad de una relación social.
Es a partir de estos elementos y/o características
fundamentales que será analizada la relación social hoy existente;
considerando, también el agregado (o complemento) de un dispositivo clave, como
es la tecnología, la cual fue (y aún es)
incorporada a lo largo de la historia a través de un hito fundamental como fue La Revolución Industrial
y desde ahí en más todos los cambios que este evento histórico tuvo en todo
plano; aunque más específicamente en el desarrollo de las relaciones sociales.
Este será el tema del siguiente apartado, y a él vamos.
- Los ingredientes principales, condimentos y preparación: Tecnología, relaciones sociales y redes sociales.
Popularmente
es sabido, y muy comentado, que la llegada de la tecnología a la vida moderna
ha realizado grandes aportes en pro de una mejor calidad de vida para los
individuos involucrados. Podemos pensar en la Revolución Industrial (mediados del siglo XVIII), como el período donde aparece con
mucha fuerza esta implementación
tecnológica, la cual puede observarse a partir de dos hechos principales:
la aparición de la maquinaria industrial y la mejora del sistema de transportes
y medios de comunicación. Estas
contribuciones aparejaron una serie de cambios en el plano económico y social
(además del plano político) que aún hoy los individuos percibimos sus consecuencias.
Si bien puede observarse desde los relatos históricos, que estos cambios
tuvieron repercusiones positivas “… el
trabajo manual fue sustituido por la maquina y el lugar del artesano y del
maestro (…) fue ocupado por el obrero industrial y el dueño de la fábrica. La
fábrica reemplazó al taller. De esta manera se incrementó en alto grado el
rendimiento del trabajo y se redujo el costo de producción, lo que reportó un
enorme crecimiento de la riqueza nacional”[7];
también existieron resultados no tan
esperados que trajeron nuevas dificultades en la vida de muchos individuos “La aristocracia y los ricos comerciantes
adoptaron maneras y costumbres refinadas (…). Por su parte, los campesinos y
los obreros habitantes de las ciudades se debatían entre grandes dificultades
para poder vivir. Los sueldos sumamente bajos, la escasez de alimentos y el
crecimiento demográfico degradaron al pueblo”[8].
Si
bien la tecnología hace su aparición
en el contexto de la gran industria,
con el paso de las décadas irá penetrando en distintas esferas de la vida privada para modificar hábitos y costumbres
adquiridas tradicionalmente por los sujetos. De esta manera, la tecnología habrá
echado raíces firmes para quedarse a vivir definitivamente con todos nosotros y
así entrometerse en nuestras
relaciones y vínculos sociales. Una muestra de ello es la aparición de diferentes dispositivos que han tenido –y aún tienen-
la finalidad de facilitar el desarrollo cotidiano de la vida humana, me refiero
a los conocidos electrodomésticos. Todas
estas apariciones ocurren en Europa y los EEUU, simultáneamente para después
expandirse al resto del mundo. Harán su aparición durante el siglo XIX la
cocina a gas y la cafetera (1802)[9]
y la maquina de coser (1830), el lavarropas (1851), el lavavajillas (1881), la
plancha eléctrica (1882). Esta primera camada de artefactos domésticos
plantearán la idea de organizar la vida de los sujetos con dispositivos
facilitadores de las tareas caseras que antaño eran ejecutadas solo por la mano
de la mujer, además de usar la máquina de coser como un instrumento clave de la
industria. Durante los inicios del siglo XX y hasta la década del ´70 surgirán:
la aspiradora (en 1901), la heladera eléctrica (en 1913), la batidora -
licuadora (en 1922), el microondas (1946)[10]
y la multiprocesadora (en 1973)[11];
destacados como los más importantes. Este segundo bloque de aparatos
tecnológicos nos muestran un refinamiento y especialización crecientes en la
realización de las tareas hogareñas, brindando así, la posibilidad de realizar
el trabajo doméstico en distintas partes y simultáneas a la vez, agregando la
eficiencia y acortando tiempos.
La
llegada de todo este arsenal tecnológico
a la vida diaria de los sujetos traerá aparejado un cambio en la organización
de los tiempos. Esto significa que habrá
mayor cantidad de tiempo libre que deberá ser canalizado en nuevas actividades
y espacios. Las relaciones sociales también se verán modificadas
indirectamente por todos estos inventos tecnológicos. Así lo plasman las
publicidades argentinas de las diferentes décadas: “Plancha ATMA automática con vapor y rociador, la preocupación de los
tintoreros y el mejor regalo para su mamá!”[12]
publicidad televisiva de la década del ´70, otro anuncio dice “… lo más lindo de una casa, dura para toda
la vida, GAFA (freezers), calidad de siempre.”[13]
Esta publicidad es actual y expresa la idea de conservar lo realmente
valioso (los afectos, los vínculos), ya que aparece una misma pareja besándose
en dos épocas diferentes y a partir de recrear la misma imagen (en la pose de
ambos, la ropa y el lugar) se resignifica la importancia de los vínculos y por
ende todo aquello que no está relacionado con ello, se transforma en
complemento para sostener y reforzar esos vínculos (que son lo realmente
importante, según la publicidad). Ahí es donde entran en juego todos aquellos
dispositivos electrónicos creados para mejorar la calidad de vida de los
individuos modernos.
Esa
misma tecnología es la que se hará
presente con el origen de los dos medios
de comunicación masiva como son, en primer lugar el teléfono que aparece en
1850[14],
después aparecerá la radio hacia 1906 en los EEUU (Massachussetts)[15]
y en última instancia aparecerá la televisión hacia 1936 ocurriendo en
Inglaterra y los EEUU simultáneamente[16].
En breve, los medios masivos de comunicación serán utilizados como
homogenizadores ideológicos dentro de la sociedad, según la perspectiva de George Gerbner ”Las funciones de los medios son: construir perspectivas comunes de
pensamiento y acción; organizar y extender conocimientos compartidos; crear
bases para la interacción entre grupos cuyas acciones aisladas y distintos
intereses no sean disfuncionales para mantener el statu quo”[17].
Desde
entonces las relaciones sociales nunca volverán a ser como antes. La magnitud
y repercusión en la implementación de
estos hallazgos tecnológicos ha modificado de raíz las relaciones humanas,
efecto que hasta el día de hoy observamos de diversas maneras.
Ya
hacia la década del ´70 aparecen las
primeras computadoras personales,
las cuales comienzan a organizar ciertas tareas de cálculo y escritura de
práctica cotidiana. Si bien al inicio estás maquinas inteligentes no han sido
adoptadas de manera masiva –a raíz de su alto costo y falta de familiaridad-
con el paso de las décadas se han instalado en diversos hogares para cumplir
con las funciones antes detalladas, además de entretener a la familia (a través
de juegos digitales)[18].
Hacia los ´80 la tecnología informática
comenzó a expandirse a pasos acelerados por todo
el mundo, situación que propició hacia inicios de la década del ´90, la
aparición de la Internet,
la cual se generalizó socialmente con mayor velocidad que los cambios
informáticos de los ´80. “La
infraestructura de Internet se esparció por el mundo, para crear la moderna red
mundial de computadoras que hoy conocemos. Atravesó los países occidentales e
intentó una penetración en los países en desarrollo, creando un acceso mundial
a información y comunicación sin precedentes”[19].
Así podemos observar que a pesar de introducirse mayor complejidad y diversidad
de dispositivos tecnológicos; la asimilación, aceptación y familiarización de
éstos por parte de los sujetos ha sido cada vez mejor en las distintas etapas.
Ya hacia 1995, aparece la primera
red social “un ex estudiante
universitario de los Estados Unidos creó una red social en Internet, a la que
llamó classmates.com
(compañeros de clase.com), justamente para mantener el contacto con sus
antiguos compañeros de estudio. En 1997,
aparece SixDegrees.com
(seis grados.com) y así, se genera el primer sitio de redes sociales,
tal como lo conocemos hoy, el cual permite crear perfiles de usuarios y listas
de “amigos”. Entre el 2001 y el 2002, aparecen los primeros sitios Web que
promueven el armado de redes basados en círculos
de amigos en línea. Este era precisamente el nombre que se utilizaba
para describir a las relaciones sociales en las comunidades virtuales. Estos círculos
se popularizan en 2003 con la llegada de redes sociales específicas, que se
ofrecían ya no sólo para reencontrarse con amigos o crear nuevas amistades,
sino también como espacios de intereses afines”[20].
Así, la llegada de las redes sociales
introducirá cambios profundos y cualitativos en la construcción y sostenimiento
de las relaciones sociales; y estos cambios serán asimilados y consolidados
casi masivamente.
Así
mismo cabe considerar lo que representa socialmente la aparición de los teléfonos celulares y su posterior
popularización y diversificación de su uso. La telefonía celular aparece
hacia fin de de la década de 1940 en los EEUU y desde entonces se propagará su
uso por el resto del mundo. Hacia la década de los ´90, comienza a masificarse
el uso de estos dispositivos tecnológicos, es decir, muchas más personas
acceden a su uso y además estos nuevos aparatos comenzarán a complejizar sus
funciones, agregando tecnología y nuevas funciones[21];
llegando así hasta la época actual donde el uso del celular se ha realmente
masificado y su función ha cambiado (un
teléfono celular ya no cumple la función primaria de ser utilizado para
hacer o recibir llamadas, ahora su
función principal consiste en enviar y recibir mensajes de texto).
De
esta manera, es posible observar que la vida de las personas no fue igual a lo
largo de las épocas debido a los avances de la tecnología en nuestras vidas; y
esto no puede ser ajeno al desarrollo de las relaciones sociales. Weber señala como características
centrales de la relación social el carácter plural y recíproco, el sentido
mentado, la presencia de significado y de sentido, la existencia de intención y
motivación, la previsibilidad y la permanencia o transitoriedad de una relación
social. El autor piensa en la presencia de estas particularidades de la
relación social de manera simultánea y ordenada, considerando un plazo de
tiempo en el cual se presentan las mismas. Pero considerando la vertiginosidad de los cambios tecnológicos
sumado a la diversidad de dispositivos que
alientan y facilitan la generación
de relaciones sociales (esto es lo que argumentan sus defensores) en esta nueva cibersocialidad,
es bastante difícil que estos seis elementos puedan congeniar todos juntos, ya
que tal magnitud de cambios no pueden ser realmente asimilados por los sujetos
que los vivencian, razón por la cual esas características
weberianas de la relación social se verán sustancialmente modificadas y ese
cambio podrá ensayar una redefinición de esos elementos centrales que componen
una relación social. El sentido de
amistad, compañerismo, amor, identidad grupal, diversión, etc. serán algunos de
los aspectos que se verán modificados por estos cambios comunicacionales y tecnológicos
y cabe agregar que no serán igual para los adultos que para los adolescentes.
Hablaremos de esto en el próximo párrafo.
- La receta “difícil”: Redes Sociales, relaciones sociales y adolescencia
Según
la Organización
Mundial de la
Salud “La adolescencia
es un periodo de grandes cambios físicos y psicológicos y profunda
transformación de las interacciones y relaciones sociales”[22].
La adolescencia es una etapa de la
vida que está cargada de conflictos
internos de cada adolescente con respecto al desarrollo de su identidad
adulta. Ese conflicto se traducirá en primer lugar, en externalizar la
presencia/existencia de los padres para dar lugar al ingreso de nuevas figuras
de referencia (otros pares) que posibilitarán concretar ese proceso de separación
del seno familiar, tan necesario para construir su personalidad adulta. El
adolescente, en la exploración de su identidad, buscará
uniformidad en los elementos que sean claves para la construcción de la misma,
de esta manera buscará sentir seguridad y estima. En
la búsqueda de esa identidad adulta,
el grupo de pares referentes, cobrará una presencia preponderante por encima de
las figuras parentales, considerando que las modas, costumbres y preferencias que adquirirá el
adolescente, serán marcadas por ese grupo. Es en este
sentido que las miradas y opiniones de esos pares, influirán de manera central
y decisiva en la busqueda de aceptación e identidad adolescentes, ya que el grupo recibe una gran parte de la dependencia que antes
se mantenía con la estructura familiar. El
paso final, después de lograr esa identidad con el grupo de pares, será el
hallazgo de la identidad adulta. [23]
La adolescencia es un
momento de búsqueda y logro de la identidad personal. El adolescente se juzga a sí mismo de la misma forma de
cómo es percibido por los otros, y se compara con ellos. Las opiniones y juicios
de los otros (hechos de manera consciente
o inconsciente), provocarán inevitables connotaciones afectivas que se verán
reflejadas en la construcción de esa identidad. Esa identidad personal, estará
conformada por elementos corporales (siendo éstos casi centrales para esta
etapa), psíquicos, sociales y morales. Es así que la imagen del propio cuerpo y
la representación de sí mismo pasan a constituir un tema central en el adolescente;
quien tendrá una enorme necesidad de reconocimiento y aceptación por parte de
los otros (pares y adultos), los cuales serán significativos para él. Es este
reconocimiento y aceptación lo que asegura un concepto positivo de sí mismo.[24]
La construcción de
esta identidad adolescente estará plagada de
idas y venidas, en las que la imprecisión y la duda van a dar lugar a muchos
momentos de confusión y sorpresa. Y todo ello insertado dentro del marco de nuestra cultura[25].
“La noción misma de adolescencia es una
creación cultural no existente en todas las sociedades. Es así que (…) en el
presente la consigna es “zafar”, “transar” y despreocuparse. (…) no existe la
adolescencia en bloque, sino los adolescentes, muy diferentes entre si según la
extracción social y el entramado singular y familiar propio de cada uno”[26]. En
este sentido, la laxitud y falta de
compromiso y responsabilidad con su entorno aparecen como conceptos descriptivos
de la etapa adolescente; y esto en tanto será enmarcado en el plano social y
familiar de cada adolescente.
Si consideramos a la etapa adolescente como un período de
profunda inestabilidad social y emocional, será necesario también considerar
que el uso y desarrollo de la tecnología
y la informática, como dispositivos aplicados al desarrollo de las relaciones
sociales de los adolescentes, contribuirán a complejizar no solo esta etapa
de la vida, sino también las mismas relaciones sociales –afectando su
concepción e intensidad-.
En este sentido las
redes sociales –y especialmente Facebook- son utilizadas como medio para proyectar, jugar y elaborar un proceso
de identidad; y justamente su éxito dependerá de la manera de jugar y exponer
formas distintas de “ser” de una manera virtual, estableciendo una simulación
de roles, formas de mostrarse y de existir[27].
A partir de la administración de un breve cuestionario,
realizado de modo exploratorio, a 40 adolescentes, de ambos sexos entre 14 y 20
años sobre el uso de redes sociales (con predominio del uso de Facebook); han surgido respuestas y
reflexiones diversas. Veamos algunas.
Una de las preguntas fue: ¿Qué harías si no existiera Facebook? Frente a la cual cerca del 30% de los adolescentes se volcarían a
actividades que no consideran el uso de la tecnología y la Internet (usar menos la compu, hablar por teléfono, salir más,
estudiar, hacer deporte, leer, escuchar música), entre tanto que el 50% se
sentirían afectados por esa no existencia del Facebook y optarían por continuar
sus relaciones sociovirtuales con
otros dispositivos informáticos sustitutos, como ser el celular, el fotolog y el MSN. El 20% restante no sabe
que haría o definitivamente no haría nada. Estas respuestas reflejan el apego que han experimentado (y aún
tiene y sostienen) los adolescentes al
uso de la tecnología y la informática en sus diferentes formas, ya que no es
impedimento la ausencia de una red social para continuar sus contactos sociales
– virtuales; pueden hacerlo usando otros medios similares. Considerando esto, un
estudio sobre los adolescentes y las redes sociales, realizado por el
Ministerio de Educación de la
Nación explica que los
adolescentes eligen usar las redes sociales por dos motivos: 1) “Para tener mi sitio personal” y
frente a esta respuesta se les pregunta ¿Por qué? Y ahí responden “Porque
es como un juego y me divierte / Porque
cuento quién soy y, a veces, quién me gustaría ser / Porque subo fotos,
videos y música para compartir con otros / Porque dejo comentarios en el sitio
de otras personas. 2) “Para
construir una red de amigos y reencontrarme con
gente que hace mucho tiempo no veo / Para estar al día con mis amigos de la vida
real / Para chatear y enviar mails a
través de la red / Para estar en grupo y conocer gente nueva / Para enterarme
de eventos y novedades / Para agrandar
mi grupo de “amigos” con amigos de amigos / Para organizar reuniones. Estas
respuestas muestran la necesidad de los adolescentes de socializar sus
intereses y gustos personales con otros pares y a la vez poner esto en juego a
través de estos dispositivos tecnológicos e informáticos que facilitan (y a la
vez complejizan) la comunicación.
Frente a estas respuestas no pude dejar de preguntarles: ¿Reemplazarías las salidas y visitas con
tus amigos por usar Facebook? y hubo un 100% de respuestas negativas a
realizar este reemplazo! Esto me sorprendió significativamente, ya que la
posibilidad de usar permanentemente la tecnología, no es motivo para dejar de
lado el contacto físico y social, el cual es el que sostiene verdaderamente esa
amistad (adolescente). Es así que la
amistad cobra un valor con mucho peso para los adolescentes, así aparece de
sus propios discursos: “Ni loca me pierdo
una salida por Facebook…” “…disfruto más estando con ellos” “…la experiencia de las salidas son irremplazables.”…
“No porque me perdería de hablar, jugar y respirar por lo menos aire”. Aunque
también es paradójico observar que esa importancia que tiene la amistad para un
adolescente puede llegar a transformarse, para muchos de ellos, en un concepto
vago y general, ya que frente a la pregunta: Los “amigos” que tenés en Facebook, ¿son tus amigos en la vida real?,
solo el 10% manifestó tener solo amigos reales en sus contactos y “no acepto, ni agrego a nadie que no
conozca”, el 80% respondió que solo una parte de sus contactos son amigos
reales, el resto son amigos de amigos,
compañeros y familiares. Inclusive el 5% de estos respondientes argumentaron
que aceptan a cualquiera que les envíe una solicitud de amistad y que la
mayoría de sus contactos no los conoce. Esto último pone de manifiesto la inestabilidad emocional que caracteriza
a esta etapa de la vida; ya que la necesidad de estrechar vínculos sociales con
muchas personas (pares) simultáneamente, los impulsa a aceptar desconocidos
como amigos virtuales. Así mismo cabe reflexionar acerca del uso de Facebook
como instrumento de contacto con sus pares en reemplazo del contacto cara a
cara con ellos; me refiero a la prohibición que muchos adolescentes reciben
de sus padres o mayores en poder de salir, pasear con amigos y usar la
computadora. El 5% de las respuestas al cuestionario aplicado han reflejado
esto. “… nunca tengo nada que hacer
porque no me dejan hacer nada y el Face es la única manera de hacer algo” “… No
tengo ni vida social”… “Ni loca me pierdo una salida por Facebook, aunque muchas
veces no me dejan ir ni a la esquina y me quedo viciando en Facebook (si es que
me dejan usar la compu)”.
En síntesis, se
puede decir que el uso de las nuevas tecnologías entre adolescentes, donde se
prioriza el manejo de redes sociales, parece ser una nueva válvula de escape necesaria y útil para esta crítica y conflictiva
etapa de la vida; ya que la amplitud y vertiginosidad de cambio de esas
nuevas tecnologías acompañan esa etapa de transición tan profunda y
trascendente. El efecto positivo o negativo de esta conjunción dependerá “del acompañamiento de figuras próximas
(padres, madres, educadores, amigos, hermanos) y es con todos estos recursos,
personales y sociales con los que va a poder construir algo propio y distinto,
algo que va a integrar lo anterior y lo externo. En todo este juego productivo,
la identidad adolescente se convierte en un espacio de procesamiento de
emociones, ideas, experiencias y momentos que, si el final es exitoso,
permitirá al adolescente sostenerse en la cultura de la que surge, pudiendo también
cuestionarla críticamente y pudiendo cambiar y renovar todo lo que le es dado
por ese contexto”.[28]
- Presentación del plato: Ideas finales
Es
inevitable concluir que los adolescentes
tienen la enorme necesidad de elaborar una identidad y de ser aceptados por su
entorno y significativamente aún más, por sus pares. Es justamente esta búsqueda
casi desesperada la que se combinará con dispositivos que influirán en la construcción
de esa personalidad y las relaciones sociales adolescentes. Dentro de esos dispositivos
aparece el manejo de las redes sociales
como eje a partir del cual se estructuran sus relaciones y vínculos sociales
con sus pares. La intensidad del uso de estas redes sociales tendrá una relación
estrecha será la predisposición de cada adolescente en su uso y esto estará
relacionado con la calidad de los vínculos de sus familiares y entorno. Como
bien señalan Aberastury y Knobel “Solamente si el mundo adulto
comprende al adolescente y facilita su tarea evolutiva, podrá desempeñarse
correctamente, gozar de su identidad, de todas sus situaciones, para elaborar
una personalidad feliz y sana. De lo contrario, siempre se proyectará en el
adolescente las ansiedades y patología del adulto y se producirá una crisis de
enfrentamiento generacional, que dificulta el proceso evolutivo y no permite el
goce real de la personalidad”[29]
Así
mismo, la tecnología cobra un
protagonismo significativo en el desarrollo de las vidas y las relaciones
sociales de los adolescentes, transformándose ésta en un referente de la construcción
de la personalidad adolescente. La velocidad de cambio y renovación de la
tecnología y la informática hacen que se mimeticen con ese apuro y ansiedad característicos
de la etapa adolescente y así el uso y elección del manejo informático se
transforme en una posibilidad casi unidimensional en la construcción de sus
relaciones sociales. Pero cabe observar que a pesar del uso y manejo diario y sistemático que los adolescentes
hacen del Facebook y otras redes
sociales, éstas no serían un reemplazo de los encuentros y salidas cara a cara clásicos, típicos e históricos
de la adolescencia. Esto nos permite reflexionar acerca de la necesidad
permanente e histórica del contacto físico entre sujetos, y que a pesar del
desarrollo tecnológico e informático y a pesar de sus continuos avances, no es
posible reemplazar la presencia física por el trato virtual, aun considerando
que la etapa de la adolescencia es la etapa de la vida más permeable al cambio
y al conflicto, ya que ambos son característicos y definitorios de la
misma.
De
este modo, el sentido mentado, el carácter plural y recíproco, el significado, la intención,
la motivación, la previsibilidad y la permanencia (o transitoriedad); todas características
centrales de la relación social planteadas por Weber; cobrarán nuevos
significados que deberán ser entendidas y analizadas en estas nuevas formas de socialidad. Es decir que esa orientación de la acción a otro se verá
mediada por la intervención y uso de tecnología informática, la cual será un
medio para construir esas relaciones sociales. Y observando que esa construcción
con mediación tecnoinformática es
mayoritariamente usada por los adolescentes, es necesario considerar que éstos
utilizarán a las redes sociales como dispositivos clave para establecer sus vínculos
sociales y, de alguna manera también, afectivos y este uso, así mismo, tendrá
como finalidad formar y consolidar la propia identidad, la cual promete una búsqueda
ardua y compleja para cada joven. De modo que parece ser que la complejidad tecnoinformática parece servir de soporte vital para estabilizar la
compleja etapa de la adolescencia. En este sentido, cabe preguntarse si
estamos frente a la construcción de una personalidad
digital, en términos de, por un lado, concebir una personalidad fácilmente
dirigible o digitable por cambios externos, de esta manera podemos pensar en
una personalidad buscada, pero nunca alcanzada. O, por otro lado, se trata de
la construcción de una personalidad
flexible con un alto poder adaptativo a cambios sociales y tecnológicos. La
respuesta a este interrogante agota las paginas de este trabajo y bien vale la
pena buscarla en la indagación y observación de la realidad vigente.
- Fondo de cocción: Bibliografía
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Arminda; Knobel, Mauricio (1973) La
adolescencia normal, Bs. As., Paidós.
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disponible en http://www.activahogar.com/05historiaelec.php?seccion=05mundo
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disponible en http://www.who.int/child_adolescent_health/topics/prevention_care/adolescent/es/
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Wikipedia,
la enciclopedia libre (http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada), varios
artículos.
- Anexo
Fuente: Encuestas personales a
adolescentes, ambos sexos, entre 14 y 20 años. Total: 40 casos.
Fuente: Encuestas personales a
adolescentes, ambos sexos, entre 14 y 20 años. Total: 40 casos.
Fuente: Encuestas personales a
adolescentes, ambos sexos, entre 14 y 20 años. Total: 40 casos.
[2] Weber,
Max, op. cit. p. 22.
[3]
Weber, Max, op. cit. p. 21.
[4]
Weber, Max, op. cit., p. 21.
[5]
Weber, Max, op. cit., p. 22.
[9]
http://www.historiacocina.com/historia/cafe/index.htm
[10]
http://www.akobe-activa.com/05historiaelec.php?seccion=05mundo
[11]
http://es.wikipedia.org/wiki/Robot_de_cocina
[12]
http://www.youtube.com/watch?v=UUYHZbLsnRM
[13]
http://www.youtube.com/watch?v=tDIyOAzMT8k
[14]
http://www.akobe-activa.com/05historiaelec.php?seccion=05mundo
[15]
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_radio#Primeras_transmisiones_radiof.C3.B3nicas
[16]http://www.slideshare.net/Roquechon932/origen-de-la-tv
[17]
http://www.rrppnet.com.ar/efectostv.htm
[18]http://es.wikipedia.org/wiki/Computadora
[19]
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Internet
[20] “Los adolescentes y
las Redes Sociales”, Ministerio de Educación de la Nación, Septiembre de 2010.
[21]
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_tel%C3%A9fono_m%C3%B3vil
[22] http://www.who.int/child_adolescent_health/topics/prevention_care/adolescent/es/
[25]
http://es.scribd.com/doc/48018333/Redes-Sociales-y-adolescencia
[26] Rojas, M.C.,
Sternbach, S. (1994), p. 114 y 115.
[28]http://es.scribd.com/doc/48018333/Redes-Sociales-y-adolescencia
[29] Resumen de Conclusión del
capitulo 2 de “La adolescencia normal”. Disponible en
http://www.adolescenza.org/armida.pdf
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