La “purga” capitalista nos “eduka”
Por Florencia Graziadío*
La imaginación
que inspira un guión de cine siempre está basada en una realidad. En este
sentido, no he podido parar de pensar en mil y un formas de explicar
conceptualmente lo que vi en la película “La Purga, la noche de las bestias”. Tratando de
abstraerme que es una película que navega frágilmente entre el suspenso y el
terror, se pueden ver claramente como algunos conceptos presentes en clásicos
de la talla de Weber y Marx estallan en su argumento en una presentación
posmoderna.
La casuística de
Weber (realizada sobre la población
protestante de los EEUU) “La ética
protestante y el espíritu del capitalismo” muestra una conexión histórica y
causal entre la practica ascética de una religión y el objeto divino de la
ganancia capitalista, para el autor siempre unida al ejercicio de un “trabajo
digno” y nunca al lucro. El autor concluye en su trabajo de investigación que
esa practica capitalista a la larga seguirá reproduciéndose (ganar dinero) pero
ya sin el mandato religioso… La
Purga nos muestra que por lo visto para los EEUU esta
practica religiosa quedó vacía de esa praxis en si, pero no en su concepto… la
trama relata que existe en el futuro de la sociedad norteamericana un día al
año que durante 12 horas los ciudadanos pueden salir a matar sangrientamente a
quienes ellos quieran sin ser juzgados por la ley y de esta manera contribuir a
purificar y sanear la sociedad yanqui…
de que?... (la idea de pureza de la raza fue parte de la Segunda Guerra
Mundial, algo viejo… pero vigente) esto de purificar y limpiar tiene una alta carga
de simbolismo religioso y viniendo de “Los
Padres Fundadores” (así parece conocerse al gobierno estadounidense del año
2022) esta fecha anual parece ser la solución a la eternas crisis capitalistas
que han sufrido como país (o como potencia). Sin contar el argumento me
limitaré a decir que las escenas de la película muestran un juego permanente de
poder, falsedad, conveniencia (medios – fines según Weber) entre los participantes,
de moral no se habla (pero se piensa en un momento). El gran Dios parece llamarse “Ganancia
Capitalista”: ya que es elocuente la diferencia entre pobres y ricos. Éstos
últimos grandes defensores de la nueva política ordenadora: ser pobre equivalía
a no tener como protegerse en estas furiosas 12 horas de “todo vale”. Pero por
suerte los Sandin cuentan con una propiedad extremadamente segura y ubicada en
un barrio más seguro aún, ya que sus vecinos son gente igual que ellos: ricos.
Una de las cuestiones
a la que también nos remite la película es al proceso de medidas de seguridad que se toman en los tiempos de la globalización… parece que la brecha entre
pobres y ricos es tan grande que la delincuencia y la inseguridad acechan
(habría que pensar a quienes acecha que…) La propiedad privada ha rivalizado a
la sociedad globalizada, como bien lo dice Robert
Castel: “La propiedad social ha
rehabilitado a la clase no propietaria
condenada a la inseguridad social permanente, procurándole el mínimo de recursos,
de oportunidades y de derechos necesarios para poder constituir, a falta de una
sociedad de iguales, una sociedad de semejantes”[1] esto parece servir
para pensar que esos “semejantes” son esos “pobres y ricos” que se enfrentan en
esa “purga” que promueven los nuevos Padres Fundadores. Los pobres parecen no
tener opción ante la muerte. Los ricos si (o no?).
La globalización como proceso social,
político y económico multicomplejo plantea la idea del riesgo como elemento
central: la película muestra como quienes disponen de bienes materiales, se
refugian de quienes no los poseen de una manera brutalmente aislada y violenta.
El desarrollo tecnológico parece ir junto con la disponibilidad material, pero también
ese riesgo queda mezclado entre la desigualdad, ya que la película muestra como
“un pobre indigente le salva la vida a tres millonarios”… ¿Será un simple
latiguillo para negar la lucha atroz de clases dentro de nuestro desarrollado
sistema capitalista? Quien sabe… Ulrich
Beck cuenta en una entrevista cuales son los nuevos peligros en el proceso
de globalización “El foco no está en los
peligros "naturales" como terremotos, sino en lo que se ha
considerado no natural: las incertidumbres fabricadas industrialmente y los
riesgos que avanzan más allá de las fronteras políticas. Estas nuevas
incertidumbres –las que derivan de la producción nuclear, biológica y química,
y también de las redes terroristas y del cambio climático– no sólo están por
encima de las fronteras, sino que son desfronterizantes (transgresoras):
trascienden los confines existentes y los transforman.”[2]Los ricos de
nuestra película parecen estar bien preparados para enfrentarlos.
Leyendo al gran clásico
Marx, quien hace una critica negativa y destructiva del sistema
capitalista como estructura corruptora de una parte menor de la sociedad
moderna, burgueses en concreto, ya
que son los detentores del capital (o los medios de producción) que buscarán multiplicar
(en enormes sumas) a costillas de la explotación desmedida del grueso de la
población desposeída de capital (los proletarios)…
y autor señala premonitoriamente que esa misma burguesía es la que entrará primero en crisis, ya que no tienen conciencia de clase para sí,
pues el dinero y lucro capitalista es su única ley… el argumento de la purga
nos expone hacia el final a un enfrentamiento
intraclase… de ricos contra ricos… donde el reclamo y el argumento
sostenedor del conflicto es la ganancia de mucho dinero… paradójicamente
alguien pobre (proletario o simplemente marginado y excluido para nuestra
posmodernidad) será quien defienda a “unos ricos” de otros iguales… por
supuesto es una película… y yanqui… dentro del marxismo esto no pasaría. Desde
la mitad de la película aparece en los protagonistas el replanteo del “imperativo categórico”, el deber ser y hacer que
nos regula internamente como sujetos y que parece haberse pulverizado en esta
bella y perfecta sociedad norteamericana (que posee un 1% de desocupación, con violencia
y delincuencia casi inexistente), al final parece triunfar (insisto, es solo
una película).
Mi permití comparar “La Purga” con la película
alemana “los Edukdores”, donde aparece un trío inocente de jóvenes que
simplemente usurpan casas de ricos sin presencia de sus dueños y se dedican a
utilizar, desordenar y apilar de maneras simbólicas sus objetos de lujo,
dejando mensajes que intentan crear una conciencia social respecto a la gran
cantidad de gente que no accede a estos lujos (ni podrá hacerlo jamás). La trama mostrará un
desarrollo inesperado por los jóvenes justicieros que cambiara y desencajará a
cada uno en su lugar, llegando a pensar si sus actos de reivindicación de la
igualdad y mejor distribución de la riqueza son o seguirán siendo importantes
de seguir ejecutando…
La reflexión final sutilmente me invita a
pensar si “La Purga
nos eduka” o si “los Edukdores nos purgan”
Les dejo los
link de ambas películas para que en algún momento querido puedan sentarse a
mirarlas y reflexionar con mayor profundidad de lo que acaban de leer.
La Purga, la noche de las
bestias
Los Edukadores
* La autora del artículo es Profesora y
Licenciada en Sociología graduada en la Universidad de Buenos Aires.
[1] Castel, R “La inseguridad
social. ¿Que es estar protegido?”, Manantial, Buenos Aires, 2004. Página
47.
[2] Entrevista “La era del
riesgo permanente”, disponible en http://edant.revistaenie.clarin.com/notas/2008/09/27/_-01767894.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario