Chat erótico: ¿nueva alternativa laboral o emergente
de una crisis interminable?
Por Florencia Graziadío*
Los avances introducidos
durante estos últimos años, en materia de informática y tecnología web, han
modificado sustancialmente algunos aspectos de la dinámica social, y por qué no
también, laboral.
Es imposible
hablar de dichos cambios si no consideramos a la década del 90 como el período que desarticuló la estabilidad y la
seguridad existentes en los lazos sociales y laborales hasta ese momento. El
período consolidó a la fragmentación, la
flexibilidad, la precariedad y la imprevisibilidad como nuevos elementos
(clave) que definen un nuevo orden social y laboral que cada vez se refuerza
más en este sentido. Estos nuevos emergentes han provocado un distanciamiento,
una frivolidad y hasta un descreimiento, en las actitudes y vínculos sociales y
laborales que se han sustentado en el período y hasta la fecha. Es a partir de
esto que es posible reflexionar acerca de la emergencia de nuevos puestos laborales como consecuencia de este doble
fenómeno.
Dentro de las
múltiples posibilidades laborales que ofrece la web, también han proliferado
trabajos menos difundidos, pero que también son muy redituables en las esferas
virtuales, hablamos de quienes se contactan desde un chat erótico y desde el otro lado de la pantalla se desinhiben en
cumplir los requerimientos solicitados por quienes pagan para ello. Quienes se
dedican al chateo erótico solo argumentan que es un trabajo, el cliente paga y pide lo que quiere. Es una suerte
de prostitución on line que si bien
es vista como ilegal, goza de excelente salud y va en franco ascenso.
Pero… ¿Por que
proliferan estos nuevos trabajos? ¿Será que el
desprecio y la desvalorización de uno mismo junto con el egocentrismo posmoderno obturan la
posibilidad de crear nuevos trabajos constructivos y gratificantes para nuestra
subjetividad? ¿Será que la fragmentación, la flexibilidad, la precariedad y la
imprevisibilidad se han unido al está
todo bien y no pasa nada como ecuación perfecta para no hundirse en la
realidad social y material actuales? Quizás así sea y si no es así solo resta
esperar a ver que nuevas opciones habrá.
*Licenciada y Profesora en Sociología, Universidad
de Buenos Aires.
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